sábado, 7 de mayo de 2016

Julieta





Tras el estreno de la última película de Pedro Almodovar: "Julieta"(2016) ,he necesitado tiempo para reflexinarla y digerirla.
Con esa fotografía de colores intensos y contrastres pensados,el director manchego nos deja una película que gira en torno al desencuentro entre una madre y una hija.



La madre,Julieta en el presente está interpretada por una soberbia Emma Suarez y en el pasado,está interpetada por una digna Adriana Ugarte.


Julieta,en el momento actual, está a punto de mudarse con su pareja,Lorenzo (Darío Grandinetti) a Portugal, pero en el último momento se echa atrás al tener un encuentro fortuito con una amiga de su hija Antía,a la que lleva años sin ver.



Esta separación forzosa entre madre e hija,propiciada por su Antía,ha sumido a Julieta en una vida paralizada,suspendida en el tiempo,regida por la inercia y la tristeza.



Por eso, después de tanto tiempo sin saber de ella,ese encuentro casi providencial con Bea,la que fué amiga de su hija Antía,y esas breves noticias sobre su vida,son suficientes para cancelar su viaje con Lorenzo y volver a instalarse en la antigua casa en la que vivía con Antía,con el ánimo de hacer una recopilación de los episodios que vivieron juntas y plasmarlo por escrito,para así de alguna manera,revivirlo.


Esos recuerdos,la ausencia de su hija,lo ocupan todo en su vida.Lorenzo ya sabía que había un secreto en la vida de Julieta que jamás quiso compartir con él.
Julieta se sienta y escribe,repasa su vida desde el momento en que conoció al padre de Antía,Xoan (Daniel Grao)momento a momento,hasta llegar a la etapa de la desaparición de Antía.

Almodovar,como ya hizo en "La Piel que habito",se vale de la literatura,para llevar varios relatos a su terreno, versionando tres titulos de la premio novel canadiense Alice Munro "Destino", "Pronto" y "Silencio", y así nos deja un drama profundo y muy contenido,centrado en el universo femenino que tantas otras veces ha recreado,temática universal,que por otro lado, es atemporal.

Y como el dolor exige discreción, Almodovar da a sus actrices la consigna de no poder llorar, incluso cuando haya escenas en las que sobren los motivos.


Estamos ante una película que nos habla de la soledad,de la culpa que arrastran algunas madres,incluso por acontecimientos que en el pasado,se pudieron escapar a su propio control, y con tramos desiguales y personajes poco o no del todo aprovechados,Almodovar nos deja un quejío desolador, una historia que se cierra sin cerrarse,donde el espectador ha de atar el último cabo,donde quizá un dolor solo pueda ser sanado al intentar aliviar a otro,con un dolor igual o mayor.

Y es así como Almodovar nos deja una película que nos toca a todas las madres y a todas las hijas,quienes nos vemos reflejadas en esos lastres que a veces se transmiten en el tiempo incluso de generación en generación. El resto, lo pone la banda sonora de Alberto Iglesias,y como no, la voz rota de la ausente y sin embargo,presente Chavela Vargas.

 El vínculo materno-filial con toda su fuerza creadora y destructora,se expone de forma sobria,e incluso con esta austeridad,nos conmueve,por su impronta, por las huellas imborrables que deja con independencia del paso del tiempo.

Por mi parte,instaros a que vayais a ver la película al cine,que os dejeis sumergir en este drama íntimo ,en mi opinión,una de las películas más certezas y dolorosas de Almodovar,por la que además,le vaticino un goya más que merecido a Emma Suarez, aunque para entonces,todavía nos quede mucho cine por ver.


 Posdata: Aprovecho para recomendaros otra reseña de Julieta,firmada por Manderly,en el blog en el que participamos conjuntamente Zinéfila, sólo teneis que pinchar aquí

Féliz fin de semana zinéfil@s,

Troyana