lunes, 4 de junio de 2012

Martha Marcy May Marlene



Antes de adentrarme en la película,os dejo una canción a modo de propuesta para que os acompañe en la lectura.Se trata "Philarmonics" (2010) de Agnes Obel, ella no tiene nada que ver con la banda sonora,pero personalmente creo que su voz y su música van muy a tono con la película.....con un volumen suave,aún mejor......





Había leído algunas reseñas de algunos de mis bloggers cinéfilos referentes, entre ellos, Babel (http://babel36.wordpress.com/2012/05/06/martha-marcy-may-marlene-de-sean-durkin-2011/ )y Jordicine (http://jordicine.blogspot.com.es/2012/05/perdre-el-cap-es-mes-facil-del-que.html)y admito que uno de los motivos que me llevaron a ver "Martha Marcy May Marlene" es la posibilidad de que sin llegar a tratarse de una película de suspense,llegara a en cierto modo a aterrarme.Me encanta el género del thriller psicológico,el suspense,es una debilidad.

La película sin embargo no ha llegado a provocarme miedo,pero he de admitir que una vez digerida,es como poco,inquietante.
El director canadiense Sean Durkin , que por esta película del 2011 ha recibido el premio de mejor dirección en Sundance,nos cuenta la historia de una joven norteamericana que después de haber estado dos años incomunicada en una comunidad-secta,regresa a la sociedad y recupera el contacto familiar.

La estructura de la película es una combinación de continuos flash-backs que sin embargo no te impiden seguir el hilo de la narración.


Desde un punto de vista psicológico y social,la película es fascinante.
Todo un ritual de integración en el grupo se percibe claramente: el proceso de iniciación,la aceptación e integración de códigos de conducta y la identidad de grupo con su pensamiento único.
Todo ello en paralelo a la anulación individual y con el estandarte de un líder dominante e incuestionable a la cabeza, para finalmente repetir el ciclo con miembros recién llegados con quienes Marta ya se supone está preparada para hacer de guía.


El perfil psicológico de Marta es el de una joven perdida,desorientada,sin un marcado arraigo familiar,pasto de secta en el sentido de que es tremendamente vulnerable e influenciable.Por ello,el calado de las normas impuestas en la convivencia de la secta no encontrará mucha resistencia en ella.
Elizabeth Olsen prácticamente debutante,lo borda.


El líder de esa pequeña comunidad patriarcal por otra parte,un extraordinario John Hawkes (“Winter’s Bone“, 2010),es un hombre de mediana edad,egolatra,dominante,controlador,100% manipulador.....sabe jugar sus armas alternando estas "cualidades" con otras socialmente mucho más aceptables como la protección o el acogimiento,incluso en algún momento,tierno,como cuando canta “Marcy’s Song”.



Sus seguidores son todos más jóvenes.Él es quien "limpia de toxinas" a las recién llegadas y las "purifica" manteniendo las primeras relaciones sexuales con ellas.A partir de ahí, consigue que ese acto se convierta casi en un don por haber sido aleatoriamente elegidas sin descartar la posibilidad de tener hijos con ellas con la prescripción de que sean necesariamente varones.Una vez consumado el primer paso de iniciación reservado al líder,el cuerpo es otro instrumento más al servicio de la comunidad:" tienes que compartirte,no puedes ser egoísta".
Es curioso, porque si la atmósfera me produce escalofríos no es precisamente por lo evidente o lo manifiesto,es por lo sutil,ya que incluso el sibilino líder se mueve más como serpiente que como león.


Por otra parte,el regreso de Marta a la civilización no parece un camino sin retorno,ya que encuentra muchas dificultades en socializarse y en cortar con lo vivido.La relación con hermana (Sarah Paulson) y su cuñado (Hugh Dancy) quienes le acogen en su casa, pasará por muchos momentos de crisis y desconcierto.


Martha no les relata su paso por la secta,no puede,no sabe expresar sus emociones.
 Se ha vuelto imprevisible,muy metida en sí misma,sin apenas capacidad para la relación social o la empatía.Su hermana mayor y su cuñado tienen intención de formar una familia,y aunque su primera intención es ayudar a Martha,lo cierto es que no consiguen dejar de verla como una persona inestable y terminan frustrados.

 La película no deja de interesarnos en  ningún momento,a pesar de sus frecuentes vueltas hacia el pasado,o precisamente por ese contraste entre presente y pasado reciente.
La suerte de Martha parece estar en manos de un hilo invisible que no es consciente de que todavía la sujeta.


Este cine independiente americano es una muestra de que se puede contar una historia interesante con un rodaje de 20 días.
Más allá de su trama principal,me deja pensando en un comentario que hace una de las integrante de la secta a Marta,algo así que en momentos de crisis el gobierno no va a venir a rescatarnos,que somos nosotros,quienes organizados hemos de buscar soluciones.
Me inquieta haber escuchado esta frase en boca de una de las integrantes de la secta porque es una frase que yo misma he podido decir últimamente en más de una ocasión.Me lleva a pensar que en momentos de incertidumbre y crisis como la que ahora vivimos actualmente a nivel global,las personas que se encuentran en situación de desamparo o desesperanza pueden caer más fácilmente en manos de sectas organizadas donde escuchen mensajes alentadores o una posible salida a su desesperada situación.




Más que nunca,es importante mantener la cabeza sobre los hombros,los vínculos afectivos vivos e intacta la libertad individual.Algo tan sencillo como "sentirse querido" sin dejar de ser uno mismo es la clave para encontrar nuestro sitio y no dejarse atrapar en jaulas de pensamiento único. Sólo el paso temporal por esas comunidades es visible que deja una impronta muy difícil de superar si es que es posible salvarla.El salvavidas de "sentirse querida" puede ser lanzado desde cualquier ángulo,se entiende que no sólo desde la familia que en ocasiones está rota o termina haciendo aguas, ese flotador se extiende a cualquiera que lejos de restarnos,con o sin crisis,nos permita ser quien somos y venga a sumarnos un poco más.