martes, 31 de julio de 2012

Siempre feliz



Últimamente me topo con óperas primas que no dejan de sorprenderme para bien.
Es el caso de "Siempre feliz" una película de la directora noruega Anne Sewitsky del 2010 que se estrena en España dos años después.
Nos cuenta la historia del encuentro entre dos matrimonios.


El primero está formado por Kaja (Agnes Kittelsen) su marido Eirik (Joachim Rafaelsen) y ambos tienen un hijo, Theodor (Oskar Hernæs Brandsø).


El segundo matrimonio está formado por Elisabeth (Maibritt Saerens) y Sigve (Henrik Rafaelsen)que se mudan con su hijo adoptado, el pequeño Noa (Ram Shihab Ebedy) y se convierten de repente en vecinos de Kaja,Eirik y Theodor.


A partir de aquí,el personaje de Kaja adquiere cierto protagonismo.Ella es un ama de casa ingenua y optimista que quiere a su marido,Eirik,pero él prácticamente la ignora y no quiere mantener relaciones sexuales con ella y además en contrapartida, Eirik es un buen padre y mantiene una estrecha alianza con su hijo,Theodor,todo lo cual pone a Kaja en una situación propicia a sentirse sola.
Sin embargo,ella lejos de venirse abajo,mantiene su ingenuidad y su alegría.
No es un esfuerzo que ella haga por su parte,es su naturaleza que tiende a salir una y otra vez,aunque las circunstancias sean adversas.
Su vida es apacible dentro de sus rutinas,pero con la llegada de Elisabeth y Sigve,las bases sobre las que kaja había asentado su vida se verán profundamente removidas.
Elisabeth y Sigve parecen perfectos:guapos,progres,cantan al coro,tienen un hijo adoptado....todo parece indicar que son un matrimonio fascinante.
A medida que las relaciones se estrechan entre ambas parejas,Kaja se dará cuenta de las lagunas que hay en su relación de pareja y se sentirá atraída por Sigve.
A veces pasa,que crees ser feliz con lo que tienes,que no hay nada más ni mejor y no te das cuenta de que puede haber otra vida más plena,más satisfactoria y real hasta que viene alguien y te la descubre.A Kaja le ocurre esto al intimar con Sigve, todo un mundo de sensaciones y emociones se abre nuevo para ella y de pronto se da cuenta de todos los vacíos que pueblan su relación con Eirik.




Por su parte Eirik está aislado,se evade,se esconde,se mantiene distante de Kaja y parece como si huyera de una parte de sí mismo que no está preparado para ver ni mucho menos aceptar.
Me ha recordado a varios personajes de la película "American Beaty" como por ejemplo el de  Lester (Kevin Spacey) o el Coronel Frank Fitts (Chris Cooper) porque también en esa película era visible la insatisfacción y el peso de la presión social a la hora de ser ellos mismos y atreverse a cambiar,a dar un giro a sus vidas incluso cuando ello conlleve romper con la estructura familiar.



Elisabeth es una mujer guapa,segura,compleja e inteligente..intuimos que puede esconder culpa y arrepentimiento en relación a su última crisis matrimonial con Sigve y sabemos que no es ajena a todas las consecuencias que tiene sobre cada uno de ellos,la amistad entre ambos matrimonios.


Sigve es un hombre atractivo,dulce,cercano.Me gusta porque se muestra sencillo,accesible,resta importancia a las "neuras" ajenas y no esconde su vulnerabilidad.No me extraña nada que sin ser perfecto,todos acaben rendidos al encanto de su autenticidad y naturalidad.

En este  entramado de relaciones,poco a poco,sale a la luz la insatisfacción no sólo por parte de Kaja y Eirik,que es la más evidente,si no también por parte de Elisabeth y Sigve.


Estamos frente a ese tipo de cine independiente,alejado de cualquier fórmula comercial,que bucea en las relaciones humanas y nos mantiene vivo el interés más en la trama que en el desenlace,porque al fin y al cabo,es la trama lo que cuenta.

A nivel formal,me gustan esos toques personalísimos como la aparición de un coro de voces masculinas,de tanto en cuanto,como contrapunto de alguna catarsis o a modo de punto de reflexión en el recorrido que vemos hacen los personajes.Creo que aportan un aire de frescura y ligereza a la película.



El paisaje nórdico,nevado,gélido va en consonancia con el estado en el que se encuentran las emociones, prácticamente congeladas,emociones-iceberg que sin embargo son capaces de derretirse lentamente si de repente están expuestas a un portentoso y repentino foco de calor.


 La vida familiar una vez más al desnudo,con todas sus fisuras de puertas para adentro,lejos del papel social que cumple de cara a la galería,se abre una mirilla a través de la cual vemos la incomunicación,el deseo insatisfecho,la falta de aceptación de uno mismo y del otro,la resignación ante una forma de vida que arrastra como una inercia pesada pero que lejos de hacernos felices,nos aleja de nosotros mismos cada vez más.
Este es el trasfondo de "Siempre feliz",un título paradójico,para alguien como Kaja,que pese a todo,se salva por ser como es,un espíritu que se mueve por impulsos y que no se resigna a ceder a la tristeza.

Otro punto que me gustaría destacar es que aunque la película sea intimista y más de interiores que de exterior,más centrada en el guión que la acción,no pierde en ningún momento la capacidad de sorprendernos.Así,hay varios giros en la narración que nos dejan de una pieza,y eso es algo que al ritmo le sienta francamente bien.


"Siempre feliz" no es una película más sobre matrimonios insatisfechos,triángulos amorosos o infidelidad,es una profunda y lúcida reflexión sobre cómo llegamos a convertirnos en nuestros propios esclavos,auto-sometiéndonos a una vida que no nos llena,que nos ancla,que no nos permite desarrollar todo nuestro potencial para llegar a ser quienes verdaderamente podemos llegar a ser y además ser felices en ese empeño.Después de todo,ése es nuestro máximo objetivo,no hay otro.

En contrapartida,la vida siempre nos expone al cambio,a la búsqueda,al encuentro,siempre a tiempo de hacer y deshacer,siempre a punto para reconducir,para corregir la dirección si es que ésta va por un camino que sentimos erróneo o ajeno a nosotros mismos.

En este marco, particularmente me siento culturalmente muy lejos de la frialdad nórdica,contemplando el sesgo que hay en toda generalización,pero al mismo tiempo,no puedo evitar que me guste esa falta de dramatismo y naturalidad a la hora de  abordar cuestiones emocionales que aquí levantarían ampollas y más de una escena en modo melodrama sentimental.

Otro debate paralelo que queda en un segundo plano,pero que no deja de llamarme la atención es el modelo que damos a los niñ@s a la hora de ser y relacionarse con los demás,pues traicionándonos a nosotros mismos,transmitimos con nuestra vivencia que  esa vida es posible y lícita, y enseñamos más con lo que somos,que con lo que decimos.




De este modo,los juegos entre Theodor y Noa,son juegos de dominación y sometimiento, en pocas ocasiones se perciben de igual a igual,son dos niños,sí,pero el niño blanco juega a que el niño negro es su esclavo y por tanto puede hacer con él lo que quiera,incluso bromea,con la idea de que podría llegar a matarle:
¿guarda ésa actitud de Theodor hacia Noa alguna relación con el modelo de relación que ve entre sus padres?...no lo sé,dejo en el aire este interrogante.....


En cualquier caso,volviendo a las parejas,hay veces que los extravíos son necesarios,que es preciso perderse para encontrarse,que a veces sin darnos cuenta jugamos involuntariamente el papel de eslabones que permiten mantener unidas otras dos piezas,o allanar el camino a quienes vengan después.
Es posible que  lo único relevante sea procurar ser coherente con lo que en cada momento sentimos,escuchándonos primero,comunicándonos con los que están a nuestro lado después.

Y tal cual canta Jorge Drexler "amar la trama más que el desenlace",no importa en realidad cómo acabe todo(tampoco la película),si me apuráis,ni siquiera que logremos siempre alcanzar lo que deseamos,porque en realidad lo importante es si nos permitimos avanzar y crecer en el proceso.
Parece fácil,pero puede llevarnos una vida entera aprender la lección.