Vuelvo de las vacaciones,vísperas de mi no cumpleaños.Me reencuentro con un buen amigo,cenamos y vamos al cine a ver la última de Woody Allen "Conocerás al hombre de tus sueños" (2010),sé que cediendo a mis intereses más que a los suyos.
Leidas algunas reseñas,coincido con algunos blogeros en que quizá no sea su mejor película,pero no salgo del cine decepcionada,más bien con ese regusto de haber disfrutado de una comedia aparentemente ligera pero sin duda,profunda.
Me quedo con la frase "a veces es más efectiva la ilusión que la medicación" y no importa si la ilusión es fruto de un fraude o una mentira, o pura autosugestión,al final,lo que cuenta es que nos mantenga a flote y no nos permita abandonarnos ni abandonar.
Esa visión del ser humano como depredador emocional,capaz de pasar por encima del otro,para alcanzar su propio bienestar,destila cierto escepticismo en la condición humana,tal vez contrarestada por una suerte de azar que de la manera más insospechada termina por salvar a quien se creía al borde del abismo,porque en esta ruleta de la suerte,tal cual se abordaba en Match Point,donde menos te lo esperas,salta la liebre de la compañía o del abandono.Da la impresión de que Allen es un descreido del mérito,del esfuerzo,del reconocimiento a una dicha que se busca a la desesperada, ya que si se alcanza es por mero accidente más que por estrategia o previsión.
A través de dos parejas en crisis,Woody Allen descarga su particular visión sobre la existencia,la mayor parte de las veces regida por el desconcierto,el caos y la desesperación pero también sacudida de forma imprevista por algún toque de gracia que escapa al control o al dominio sobre el propio destino o bien se encuentra directamente relacionado con algún elemento externo que incide en la voluntad o la conciencia propia de manera completamente circunstancial.La vida es un juego,una sucesión de cambios con idas y venidas,avances y retrocesos.Nada es lo que parece,nada ocurre como se prevee,nada responde a una lógica minimamente racional.