viernes, 14 de enero de 2011

La noche de los girasoles




En versión española,la otra noche volví a ver "La noche de los girasoles", una película que  Jorge Sánchez Cabezudo rodó en el 2005.



El punto de partida de la historia es el descubrimiento de una cueva en un pequeño pueblo de Ávila.
A raíz de este hallazgo, dos espeleólogos: Esteban (Carmelo Gómez) y Pedro (Mariano Alameda),acompañados de la novia de Estebán,Gabi ( Judith Diakhate) llegan a esta zona rural para determinar si la cueva tiene interés científico o no.



En unas horas,el destino o la fatalidad jugará con ellos de tal manera que sus vidas nunca volverán a ser las mismas. La película dividida,tal cual un libro,en prólogo,seis capítulos y  epílogo,aborda la confluencia de un agresor sexual que se esconde bajo la apariencia de un vendedor ambulante (un más que creíble Manuel Morón),con Gabi,la novia de Esteban, para después a través de un malentendido, volver a cruzar fatídicamente las vidas de  Esteban y Pedro con un vecino de la localidad,Cecilio (Cesáreo Estébanez) que está enfrentado al loco del pueblo: Amós (un fantásticoWalter Vidarte).


El curso de los acontecimientos, desencadena en tragedia de manera completamente inesperada y es ahí donde entran en juego los guardias civiles,el cabo del cuerpo,Amadeo, está magistralmente interpretado por un actor gallego que todavía no me explico cómo no se llevo un goya el año que la película se rodó.Se trata de Celso Bugallo, que interpreta a un guardia civil  campechano  al que nada de lo ocurrido le cuadra y comienza por su cuenta una investigación en la que su ayudante,le servirá más de obstáculo que de ayuda.
Me ha recordado,salvando las distancias a esa agente embarazada en Fargo de los hermanos Cohen,tan aprentemente pueblerina e inofensiva como astuta y eficaz.


"La noche de los girasoles" me parece una rara avis del cine español,escasa o nulamente reconocina,perturbadora,por momentos amoral, que mezcla géneros sin complejos (thriller,drama rural...etc) y pone sobre el tapete lo caprichosamente cruel que puede llegar a ser el azar poniéndote en el lugar equivocado en el momento menos oportuno.


Al tiempo,la película es inquietante porque  los personajes a menudo se mueven en esa confusa línea que puede separar el bien del mal,abandonando a su suerte (su mala suerte)sus vidas,despojando de equidad o justicia el desenlace que deja al espectador presa de la desazón por no ver claro ni el castigo ni la redención.

 Aunque sea por esta vez,dejad a un lado los happy-end y dejaos perturbar por esta novela negra en forma de película porque no os defraudará.