miércoles, 23 de febrero de 2011

Cisne negro




He tenido que ver dos veces "Cisne negro"(2010) para valorarla en toda su dimensión.
Aronofsky nos cuenta la historia  de una bailarina de ballet,Nina que desea más que nada en el mundo optar a ser la primera bailarina en la puesta en escena de "El lago de los cisnes".





La película arranca cuando el profesor de la compañía de baile,Thomas Leroy (Vincent Cassel) les cuenta a sus alumnos la historia del cisne blanco,que en realidad era una mujer atrapada bajo la forma de un cisne debido a un hechizo.Para deshacer esa maldición,precisará el amor verdadero de un príncipe pero antes de que ese amor pueda hacerse una realidad,se interpondrá entre ellos el cisne negro,que seducirá al príncipe y conducirá al cisne blanco al suicidio.




En este proceso de creación,Nina (una grandiosa Natalie Portman),literalmente se dejará la piel para ser la elegida.Bajo esa aparente y angelical fragilidad,el profesor se empeñará en sacar a la luz ese cisne negro que todos llevamos dentro porque en ella únicamente es visible su lado más frágil y angelical. Según Thomas,la perfección no llega con la rigidez de la técnica,sino con la imprecisa y sincera entrega que conlleva el abandonarse por completo en la danza.Esa dualidad,(bien-mal,pureza-pecado,orden-caos)inherente a toda condición humana saldrá a flote en Nina y se hará más visible que nunca,sometiéndola a una presión tan autodestructiva como potencialmente creadora.



 Nina tendrá que luchar contra su tendencia a la empatía con la recién desterrada Beth (Wynona Ryder), la anterior primera bailarina que anuncia su retirada de la escena en parte por la edad ,tendrá que luchar contra el exceso de recelo y sobre-protección de su madre (Barbara Hershey),contra las miradas inquisitivas y rivales de sus compañeras,pero sobre todo,tendrá que luchar contra sí misma.





En ese laberinto que es su mente,Nina,ha recorrido en su lucha por ser perfecta bailando,un camino paralelo hacia la locura.En ese trayecto,Nina creará una rival con la que medir sus fuerzas, Lily, (Mila Kunis),incluso en el sexo,donde el simbolismo alcanza unas elevadas proporciones,de dominio,de poder,de sumisión,de dejarse ir por su lado más oscuro e indómito.


Ella tal vez no lo sepa pero ha entrado en un camino sin retorno,en una espiral de alucinaciones donde lo real y lo imaginario comienzan a ir de la mano,hasta el punto de que ya no son distinguibles.En ese juego del desdoblamiento de la personalidad,los espejos juegan un papel fundamental y son un recurso frecuente a lo largo de toda la película.Como diría Robert de Niro en "Taxi Driver"frente al espejo : "¿Me estás hablando a mí"?así se siente Nina constantemente,en duelo consigo misma,en un diálogo incesante que la lleva a trasgredir los límites de lo racional,llegando a la auto-lesión y a la mutación,transformándose en una bailarina-cisne que delira,cuyo reflejo en el espejo cobra vida propia,y su alma se desdobla en dos,tal cual su cerebro en sus hemisferios,partida en dos para siempre sin saber ya quien es en verdad.



En una angustiante y perturbadora persecución,Mila no podrá escapar de su locura y sucumbirá finalmente en su delirio en quizá la más brillante y espectacular de sus actuaciones.La actuación perfecta de Mila quizá,como quizá de Natalie Portman sea ésta su más perfecta y lograda interpretación.