martes, 4 de octubre de 2011

Todo o nada


Siempre que una película me impacta,empiezo a indagar en la filmografía de quien está en la dirección,por eso,desde que hace poco volví a ver "Secretos y mentiras" de1996( http://historias-troyanas.blogspot.com/2011/07/secretos-y-mentiras.html )me puse a buscar otras películas de Mike Leigh.


Había visto en cine "Happy,un cuento sobre la felicidad" del 2008 ( http://historias-troyanas.blogia.com/2008/101901-happy-un-cuento-sobre-la-felicidad.php ) y me decanté por "Dos chicas de hoy" (1997) a la que recientemente dediqué una entrada en Zinéfilas ( http://zinefilaz.blogspot.com/2011/09/dos-chicas-de-hoy.html 


Finalmente,ayer me decanté por otro título del mismo autor, "Todo o nada",una película que Mike Leigh dirigió en 2002.Una vez más,vemos como el director británico se siente inclinado a reflejar las clases sociales menos favorecidas,esa sociedad inglesa de bloques de protección oficial,donde habitan los "nadie" con pocas oportunidades y no pocas esperanzas truncadas.



En ese contexto en el que enfoca su mirada en la vida cotidiana,viven tres familias,son vecinas y las mujeres de cada una de esas familias son amigas.


La primera familia esta formada por Phil  Basset (Thimothy Spall) que  está casado con Penny ( Leslie Manville) y tienen dos hijos:Raquel (Alison Garland ) y Rory (James Corden).


Phil es un taxista abatido que suele soñar despierto y en mitad de su vida rutinaria y vacía,se deleita divagando filosóficamente de vez en cuando.


Penny es cajera en un supermercado,está cansada de su trabajo y su jornada que nunca acaba,pues llega a casa y las tareas del hogar la consumen, la falta de consideración de su hijo Rory y la aparente falta de apoyo por parte Phil.
Raquel por otra parte,trabaja en una residencia de ancianos,es una joven con sobrepeso  taciturna,parca en palabras,  se siente sola y se refugia en la lectura.


Y por último,Rory, un adolescente-joven perdido,que ni estudia ni trabaja,tiene sobrepeso y es rechazado en el vecindario por otros muchachos, está solo y su modo de reaccionar ante todo es la agresividad,que dirige en todas las direcciones al hablar pero especialmente hacia su madre.


Esas vidas que funcionan por inercia,son reales,la cámara de Leigh se adentra en sus hogares,sus miserias,sus actos más cotidianos,pero como maestro de  emociones que es (ya lo vimos en Secretos y Mentiras),con unos actores en estado de gracia ( de nuevo,magnífico Thimothy Spall y espléndida Leslie Manville)  ,nos lleva de la angustia a la esperanza,del declive a la eterna  voluntad de sobrevivir a la adversidad valiéndose del amor y el afecto como tabla de salvación.



La segunda familia está compuesta por Mareen (Ruth Sheen ) que es una madre soltera que vive con su hija,Donna (Helen Coker),una joven hostil que se acaba de quedar embarazada de un chico que no la respeta y que tiene un carácter violento e impulsivo.Mareen no está dispuesta a permitir que su hija Donna cometa los mismos errores que ella cometió.



La tercera familia la forman Carol (Marion Bailey) y Ron (Paul Jesson) que tienen una hija, Samantha (Sally Hawkins).Carol tiene problemas de alcoholismo y Ron trabaja también como taxista pero no consigue levantar cabeza.Si no fuera por la elección que hace de los hombres,se diría que Samantha es la única que tiene la cabeza sobre los hombros,pero se siente atraída por el novio de Donna y mantiene una relación extraña con un joven que la vigila todo el tiempo desde la calle y que no parece estar muy equilibrado.



En este panorama de bloques de protección oficial,Mike Leigh lanza un mensaje inequívoco,más allá del puro artificio cinematográfico,una idea global que apunta a una fe inquebrantable en la condición humana, aún en situaciones adversas,donde se hace difícil la esperanza.En cualquier momento de la forma más inesperada,un accidente,un traspié en uno de los vecinos, puede poner en jaque a toda la comunidad,que aparta incluso la hostilidad para ocuparse,cada uno en las medidas de sus posibilidades,de la contrariedad.Es la única salida redentora,más allá de la circunscripción de cada hogar,el sentimiento como fuerza a la que aferrarse ante la frustración,el dolor y la soledad.