jueves, 17 de septiembre de 2015

Mi casa en París





He de admitir que últimamente tengo un poco abandonado el blog,pero ayer vi una de esas pequeñas grandes películas que te dejan con buen sabor de boca durante varios días y necesitaba compartirlo con vosotr@s.
Se trata de "Mi casa en París", una película británica del 2014  dirigida por Israel Horovitz y protagonizada por un trio de grandes actores en mi opinión: Kevin Kline, Maggie Smith y Kristin Scott Thomas.





Ambientada en París, nos cuenta la historia de  Mathias (Kevin Kline), un norteamericano de 57 años,ex-alcoholico,que viaja hasta la capital francesa para vender una casa que supuestamente su padre le ha dejado en herencia.Para su sorpresa,cuando llega a París,se encontrará con que hay una inquilina de 90 años,Mathilde( Maggie Smith) que tiene contrato de por vida,amparada por la ley francesa y que además vive con su hija( Kristin Scott Thomas) ,por lo que Mathias no podrá disponer de la casa hasta que Mathilde fallezca y por tanto sus planes inevitablemente se verán alterados.



Ya sabeis aquello de "lo que hay entre los pasos que tu planeas,es una vida entera"

Nada ocurre como él tenía pensado,tal como ocurre en la película Hamman ,el baño turco ,el destino caprichoso pondrá del revés la idea de llegar,heredar y vender para regresar cuanto antes a su vida anterior.


Nadie imaginaba que ese viaje a París,sería también un viaje hacia el pasado de Mathias y que la inquilina Mathilde guardaba con sus silencios la llave  para entender algunos capítulos clave de su vida.


 Lo que parece una comedia ligera se convierte en un dramático relato repleto de secretos y mentiras que irán saliendo a la luz en un escenario de interiores que bien podría pasar por momentos en una obra de treatro.La película se convierte en una reflexión lúcida sobre la soledad y la sensación de fracaso personal pero también la capacidad de superar los traumas del pasado y la infinita e imprevisible habilidad que tiene la vida para sorprendernos y sobrepasarnos.


 Solvente  Kevin Kline nos deja una interpretación brillante de un personaje atormentado,débil y quebrado por una infancia traumática que no pudo superar.


A su altura una vez más la gran Maggie Smith, dando vida de manera convincente a una anciana inglesa muy precisa,con una vida emocionalmente intensa a sus espaldas.

No diré más,es una película profunda,bien interpretada que nos deja un buen regusto,dadle una oportunidad,que la merece.