sábado, 21 de marzo de 2015

Diamond Flash




Después de ver "Diamond Flash"(2011) una entiende un poco mejor Magical Girl (2014) y sobre todo,a Carlos Vermut.
Este director me parece una auténtica "rara avis" del cine español.A observar,a seguir,a valorar.
"Diamond Flash" es una película de interiores,de diálogos y actores,pero sobre todo,de actrices.

Tal cual vemos en "Magical Girl",Carlos Vermut en "Diamond Flash" ya jugaba con la idea de cruzar varios personajes,varias vidas,unidas a veces por hilos visibles y otras,inimaginables.

De nuevo,se delega en el espectad@r la tarea de recomponer las piezas de un puzzle que no sabemos si está completo,hay siempre una pregunta sin respuesta,una duda,un misterio no desvelado.

En "Diamond flash" son cinco las mujeres protagonistas:


Violeta (Eva Llorach) cuya hija acaba de desaparecer.Está rota por el dolor,no tiene ninguna foto de su hija pero tiene un sospechoso.




Elena (Ángela Villar ),es una mujer víctima de malos tratos por parte de su marido.Un encuentro fortuito con un desconocido le llevará a hacer una petición inusual.


Juana(Ángela Boix), parece que lo único que precisa es alguien que la quiera sin preguntas,sin encontrar sentido a su extraño comportamiento.


Lola (Rocío León),aparentemente más cándida,tiene una cuenta pendiente que saldar, y por eso,va armada.


Enriqueta(Victoria Radonic) (¿la más perturbada o perturbadora?) es una mujer fria e inexpugnable que en el fondo lo único que quiere es que alguien la haga reir.


Éstos son los cinco personajes centrales de la película,a partir de ellas giran a su alrededor,otros personajes masculinos,pero sólo uno es el nexo que todas tienen en común: un superheroe,mitad heroe,mitad villano,mitad verdugo,mitad redentor:Flash Diamond,cuyo paso por sus vidas,dejará una huella indeleble.


Se percibe ya aquí en su ópera prima,como Carlos Vermut ya juega con los límites de lo moral,cómo sus personajes se balancean siempre entre el bien y el mal,y en muchos casos pasan de un extremo a otro prácticamente sin pestañear, y al parecer no hay pecado,porque desde luego,no se percibe culpa.


Los códigos morales son propios,a veces se comprenden otras,han de adivinarse.
La ética se diluye,sus confines se difuminan y la única emoción común que parece mover a los personajes es el dolor.
Un dolor que a veces les lleva a sacar a la luz el animal que todos llevamos dentro,a aflorar sus impulsos,su violencia,o buscar la forma de vengarlo a través de un tercero.Pasan indistintivamente de víctimas a verdugos y de verdugos a víctimas.

El duelo entre la razón y la emoción (como también ocurrirá en Magical Girl) está desde el principio.
Éstas mujeres actúan muchas veces sin filtros racionales ni morales,están al límite,en la cuerda floja de la locura.

Por eso, hay escenas que sobrecogen,perturban,incomodan,incluso.Es un cine imprevisiblemente violento,repleto de giros inesperados,lo cual deja al espectad@r indefenso,vulnerable,prácticamente desválido.

Nos aterra lo desconocido y lo que no controlamos y en "Diamond Flash" la trama está repleta de misterios que aún finalizada la película,algunos quedan sin resolver.

¿ de quien recibe instrucciones Enriqueta,por ejemplo? los enigmas campan a sus anchas,como también ocurriría después en "Magical Girl".


No siempre llegamos a comprender los motivos que les llevan a esos personajes a actuar cómo actúan,y ésa parece ser una de las clave del cine de Vermut.Incluso el final es un interrrogante abierto,dejando la respuesta a merced del propio espectador.

Me sorprende que esta película haya sido grabada con una cámara de fotos que tenía la función de vídeo y también su bajo presupuesto. Una vez más queda patente que una historia nueva,totalmente diferente, no precisa de grandes cantidades,sino más bien de un buen guión además de un casting irreprochable.


No dejeis escapar "Diamond Flash" es un cine que perturba e incomoda (como el de Haneke o  Lars Von Trier)  un cine español "underground" inclasificable en ningún género,que rompe moldes y revela un director que ya aquí despuntaba por su talento y su singularidad.