viernes, 4 de junio de 2010

Canino


Tenía muchas ganas de verla,sabía que me gustaría.Y lo cierto es que una vez vista,me cuesta imaginar que "Canino" (2009) deje a alguien indiferente.
El director griego Giorgos Lanthimos nos sumerge en el día a día de una familia compuesta por padre,madre y tres hijos ya adultos.Viven una mansión espaciosa,con jardín y piscina,completamente cercada por un alto muro.Los hijos jamás han salido al exterior,los padres los han mantenido aislados en el hogar,intentando mantenerlos a salvo de todos los peligros e inseguridades que se encuentran en el mundo real.





Los hijos han crecido sin tele y sin teléfono, creen porque así se lo han dicho sus padres,que  los aviones que pasan volando son juguetes y si se caen, el primero que llegue hasta el lugar donde ha caído, puede conservarlo a modo de trofeo,que el mar es un tipo de silla forrada de cuero y los zombies son unas pequeñas flores amarillas.La única persona del exterior que tiene acceso a la casa es Christine,que trabaja de guardia de seguridad en la misma fábrica que el padre, y que ocasionalmente entra con él,llevando durante el trayecto de la fábrica a la casa los ojos vendados,a fin de satisfaccer las necesidades sexuales del hijo.
Todo vale para mantener la supuesta "inocencia" de sus hijos:cambiar la letra a las canciones de Frank Sinatra,quitar las etiquetas de los productos de consumo,esconder el teléfono,inventarse el significado de las palabras...incluso el incesto se contempla como una opción si con ello se preserva la seguridad y la falta de contaminación con el mundo exterior.



No sé el alcance de las intenciones del director,pero en mi opinión "Canino" pone en tela de juicio un sistema educativo parental autoritario, pero ahí se abre el debate de hasta qué punto es lícito que un padre o una madre ejerza esa educación castrante sobre sus hijos.
Es evidente que para llegar a ser persona,no basta con tener las necesidades básicas cubiertas,la socialización como proceso de desarrollo personal integral,es esencial,así como la capacidad de expresión,la libertad de pensamiento,de comunicación, la expansión a nivel espiritual....un ser humano de otro modo,se convierte en un autómata aislado,incapaz de aprender,experimentar,de crear nuevos lazos,de explorar y vivir una vida lo más libre posible expuestos también como estamos al peligro,a la duda,a la inseguridad, a la continua ley de ensayo y error para crecer y madurar.


Canino nos enfrenta a un claustrofóbico microcosmos,donde todo lo que la persona aprende pasa antes por mil filtros,con códigos manipulados, donde los hijos  no son  dueños de sí mismos y están encerrados entre muros fisicos y también psicológicos y sociales.



Sirviéndose de magníficas interpretaciones: Christos Stergioglou, Michelle Valley, Aggeliki Papoulia, Mary Tsoni, Hristos Passalis y Anna Kalaitzidou,la película en su argumento, me ha recordado a "El Bosque"de M. Night Shyamalan,tal vez por ese íntento de preservar a los hijos a salvo de lo desconocido,en el Bosque,sin  que los miembros de la comunidad pudieran franquear los límites determinados por los líderes  y en Canino, por unos padres con unos métodos educativos dictatoriales. Al fin y al cabo se trata de salvaguardar de lo desconocido y de lo incierto,a los hijos,a los miembros sumisos de un grupo o una comunidad,manteniéndoles puros,a salvo,protegidos...pero al mismo tiempo,limitados,esclavos de sus progenitores o sus protectores,carentes de toda libertad individual.





Extrapolar esto a un sistema politico o social puede ser arriesgado,sin embargo,Canino,da que pensar,en tanto en cuanto un Estado benefactor y protector puede llegar a hacer en nombre de la seguridad de ciudadanos,mermando su capacidad crítica o su poder subversivo y libre-pensador.
Tal vez,no era ésa la intención del director,puede ser,pero sólo el hecho de hacernos reflexionar, a tod@s sobre la importancia de la libertad personal,y conjeturar y especular,ya para mí,merece un sobresaliente.