lunes, 1 de abril de 2013

Blue Valentine







Derek Cianfrance dirige en 2010Blue Valentine” que se estrena en 2013 en nuestros cines.
Interpretada por Ryan Goling (Dean) y Michelle Williams(Dean) nos relata el proceso de construcción y destrucción  de una pareja  en dos tiempos: el presente, en el declive de esa relación después de seis años de convivencia y una hija en común, y frecuentes flash-backs que nos llevan al  nacimiento de esa relación.




Aviso que  ahondaré en el argumento, a fin de invitar al diálogo y la reflexión. Si alguien no quiere detalles previos, tal vez lo mejor sea postergar para otro momento la reseña aquí.Aunque si os digo la verdad,la película,como viene siendo habitual aquí,nos servirá como punto de partida para quien quiera y le apetezca,pueda compartir impresiones acerca de las cuestiones que aborda:el amor,el desamor,las relaciones....etc...Y que nadie se sienta spoiler si al opinar avisa al lector que puede desvelar algunas claves,por favor,porque después de todo: quien avisa,no es traidor.


En un imperceptible balanceo por la nostalgia, el espectador en "Blue Valentine" es cómplice de cómo se conocen los protagonistas, de cómo sus caminos circunstancialmente se cruzan y poco a poco, se va creando un vínculo entre ellos.

 En paralelo, saltamos al presente de vez en cuando para ser testigos de una cuerda que se ha tensado demasiado, donde entre otras cosas, el opuesto posicionamiento ante la vida, da paso al conflicto y la falta de entendimiento.


Ya en el blog La Cólera de Aquiles muchas de las cuestiones que se plantean en la película han dado paso al debate en los comentarios pero siguen siendo muchos los interrogantes abiertos:
¿Qué falló entre Dean y Cindy?¿qué se perdió por el camino?¿había ya en el comienzo de la relación algún defecto de entrada que se minimizó para después aflorar en toda su dimensión?


Partamos de que en toda relación siempre de forma más o menos reconocible hay uno que juega a ser el amado y otro que juega a ser el amante y que es posible que estos roles se intercambien a lo largo del tiempo y  se repitan incluso como si de un patrón invisible se tratara  cuando nos encontramos en una nueva relación. 


Pero: ¿qué les falló a Dean y Cindy si parecía que ambos al principio se querían cada cual desde su posición? Porque a mi modo de ver, incluso “dejándose amar” e incluso en su situación de cierto desamparo y vulnerabilidad, Cindy  parecía estar segura de la elección que estaba haciendo, podía sentir y por tanto apostar, sin garantías ni avales  de que ese sentimiento durará hasta la posteridad….¿fue cansancio tras seis años de convivencia?¿falta de coincidencia en las perspectivas de vida?


Duele ver cómo de la complicidad se pasa a la evitación, a la desconexión en el sexo del cuerpo y la emoción.Paradójico que este desdoblamiento se de en " la habitación del futuro" de un hotel.


¿Es preciso que en una relación ambos tengan un nivel de aspiraciones vitales parejo o similar?¿se puede sobrellevar cualquier diferencia de intereses si los valores coinciden?
Tengo que remarcar que ambos actores están tremendamente creíbles y que si tuviera que destacar algunas escenas,me quedo con:
-La escena de la canción-baile de claqué en la calle
-la "velada" en la habitación del futuro
- el final....por ese contraste entre lo que sucede en el interior de los protagonistas con lo que sucede alrededor.

Otra duda que queda en el aire es acerca de la pasión.....¿se puede seguir adelante en una relación cuando se ha perdido la pasión y que esa relación con el tiempo madure y salga fortalecida?¿qué hay de cierto en eso de que el amor se transforma, madura con el paso de los años en otro sentimiento más relajado y profundo? ¿o es que Cindy de entrada escogió a la persona equivocada?


Sin ánimo de considerar que se pueda estar eternamente en la cresta de la ola o en lo alto de una montaña rusa, me planteo si esa evolución de los sentimientos no deja  en su trayectoria, algunas lagunas sueltas en la relación, si acaso no es posible que esa serena madurez deje también algunas fisuras imperceptiblemente abiertas y que cualquier desconocido/a que irrumpa de la noche a la mañana y sin proponérselo, las venga a llenar….


No he podido evitar acordarme de Francesa(Meryl Streep) en “Los Puentes de Madison”. Se supone se casó enamorada de su marido y con él tuvo dos hijos. Los años pasaron, los hijos crecieron y el  sentimiento que albergaba hacia su marido se apaciguó, la antigua pasión dio paso a una emoción más tranquila, menos apasionada y tal vez más honda. En ese devenir , cuando ella seguramente se hubiera visto capaz de adivinar cada uno de los capítulos  que le quedaban por vivir ,envejeciendo  plácidamente junto a su esposo, se cruzó en su camino un fotógrafo del National Geographic ( Clift Eastwood)que le haría vivir ese tardío y sin embargo apasionado e intenso amor loco, de los que te ponen a prueba y derriban estructuras largamente cimentadas.



Y me pregunto:
¿hubiera sido posible ese amor de no haber sido porque la relación con su marido había entrado en un largo letargo emocional?
Puede que sí o puede que no,pero ¿no se está más expuesta/o a que estas cosas ocurran cuando la fiebre de las primeras etapas se ha visto mitigada con el paso del tiempo?

Alguien podrá argumentar que con independencia de la irrupción de terceros o no,se ha de partir de la voluntad de continuidad  pero lo cierto es aunque nos sintamos constantemente a la intemperie, casi nada de lo emocional, está bajo nuestro control.

Así que dado que lo único que pervive es el cambio, no se me ocurre mejor fórmula que intentar disfrutar de lo que nos despierten y despertemos mientras dure aquí y  ahora, porque lo que parece evidente es  que todo se transforma y  que  tanto si caducan como si no,tanto si funcionan como si no, volvemos como autómatas a la incógnita de las relaciones una y otra vez.

Ya lo decía Woody Allen en el final de Anny Hall, por muy absurdo que resulte,tanto si buscamos como si somos encontrados,duren más o menos, no lo dejamos de intentar. …¿será una inercia vital?