martes, 22 de noviembre de 2011
La gaviota
El sábado por la tarde fui al teatro a ver una obra de Antón Chéjov: "La gaviota".
Esta comedia se divide en cuatro actos que se centran en los problemas amorosos y artísticos de cuatro personajes: la ingenua Nina; la que fuera una actriz de éxito Irina Arkádina; el dramaturgo Konstantín Tréplev y el escritor Trigorin.
'La Gaviota' es una de las grandes obras de la literatura rusa del siglo XIX y en su representación un total de 11 actores componen un reparto valenciano: Juanjo Prats, Amparo Fernández, Toni Agustí, Laura Romero, Juli Cantó, Toni Misó, Cesca Salazar, Elena Seguí, Josep M. Casany, Enric Juezas y Ángel Galán.
Eduardo Vasco dirige la escena y según declara: "
Creo que, mas allá de su peso en la historia del teatro, nos encontramos con una pieza que toda persona de teatro desearía llevar a las tablas alguna vez en su vida. La razón es muy simple: en La gaviota encontramos parte de nosotros. Lo que somos, lo que quisimos ser, lo que nunca seremos; lo que apreciamos, lo que despreciamos, lo que ignoramos; aquellas pequeñas cosas que hacen que la vida merezca la pena y esas grandes que dificultan la existencia cada día."
La obra se estrenó en 1896 y tuvo un desastroso estreno en San Petersburgo al que siguió un
segundo estreno extraordinario en el Teatro del Arte de Moscú que supuso el inicio de la proyección del trabajo de un actor y director que se convirtió en el teórico más importante del siglo XX: Stanislavski.
Me va llamar la atención que en los cuatro actos los personajes a menudo viven en primera persona sentimientos amorosos,pero ningún caso al 100% correspondidos.El rol de amado y amante salta de un personaje a otro sin que esa emoción a menudo intensa, sea reto-alimentada más allá en algunos casos de un deslumbramiento inicial.
Por otra parte,en algunos casos el arraigo de esos sentimientos es tan fuerte,que nada puede hacer el intento de reconducir su extinción a través de la propia voluntad.
Uno de los personajes, Masha,se propone dejar de amar casándose,cambiando de ciudad,mudándose....pero nada consigue mitigar su amor.La solución es no verle,se dice.......pero tampoco puede ni quiere alejarse,con lo cual sigue amarrada al dolor y la desesperación.
A nivel argumental,dada la época en la que se estrenó la obra,me resulta curioso que uno de los personajes,el novelista de éxito Boris Trigorin,en un momento dado,cuando se ha sentido repentinamente atraído por la joven aspirante actriz Nina, le pide a su pareja,la consagrada Irina Arkádina,poder tener una aventura con Nina.Es una situación inusual que me resulta tremendamente llamativa por poco convencional para el momento histórico al que nos remitimos y la moral imperante en el mismo.
A nivel técnico,al salir de la función,algunos acompañantes matriculados en escuelas o grupos de teatro, desmenuzaron la puesta en escena,encontrando muchos puntos de mejora.No sé si quise en ese momento conocer todos esos matices de actitud,escucha,voz,silencio,precipitación,calma o falta de complicidad.¿dónde empieza la crítica y acaba la complacencia y la satisfacción?¿es el teatro una experiencia igual de subjetiva que una película o un corto?