jueves, 6 de agosto de 2015
Le week-end
Esta película inglesa está dirigida por Roger Michell y es del 2013 .
Se sostiene sobre un duelo interpretativo magnífico,el de Jim Broadbent y Lindsay Duncan que dan vida a Nick y Meg, una pareja de maduros profesores británicos con los hijos ya independizados, que deciden volver a París muchos años después de su luna de miel, con motivo de su trigésimo aniversario, para intentar reactivar su acomodado matrimonio.
De forma maravillosa, el director nos conduce por la psicología de cada uno de los personajes y nos adentra de lleno en su relación a veces monótona,a veces cómplice y otras no exenta de amargo cinismo o alegre camaradería.Agridulce es el retrato de esta relación de años,donde queda patente que la llama de la pasión se ha apagado y sin embargo,queda en ellos los posos de un amor que se intuye estuvo y de alguna manera,está.
Con sabia ponderación,humor y buenas dosis de realismo, Roger Michell nos enseña el París siempre romántico y seductor,pero aquí a través de la mirada algo cansada de una pareja que parece haberles pasado factura el paso de la juventud y la madurez,también la caducidad de una rebeldía que se le presupuso a una generación que ya consumió su tiempo.
Es maravilloso asistir a sus lúcidos diálogos,sembrados de citas literarias,que me ha hecho acordarme de otros títulos como Antes del amanecer, Antes del atardecer, Antes del anochecer y ésta podría ser la cuarta entrega dentro de la misma saga, sólo que dando un salto en el tiempo y centrándonos en la última etapa de la vida,la vejez.
Fantásticas algunas escenas (algún guiño al cine dentro del cine y momentos de catarsis en torno a una mesa cenando con otras personas) hacen de esta película una auténtica delicia,con la dosis justa de profundidad y ligereza.Estamos ante una pequeña gran película de diálogos y fotografía,o sea,que tiene algo de woodiliana y que deja un regusto agridulce que gracias al personaje de Meg,es casi más dulce que amarga.