sábado, 24 de abril de 2010
Un hombre soltero
Tenía muchas ganas de ver "Un hombre soltero"(2009) del debutante Tom Ford, en principio porque Colin Firth fue nominado en los últimos Oscars, y eso me genera curiosidad, y después porque algún blog amigo(http://gatavagabunda.blogspot.com/),acrecentó con sus apuntes mi interés.
Tom Ford,diseñador y director de cine, nos conduce a la ciudad de los Los Ángeles en 1962 y nos cuenta la historia de George Falconer (Colin Firth), un profesor universitario británico de 52 años que lucha por sobreponerse a la brusca pérdida de su compañero sentimental Jim (Matthew Goode)quien ha fallecido en un accidente de automóvil.
La película, que transcurre en un día, se adentra en el paulatino derrumbamiento de George, quien a pesar de contar con el consuelo de su íntima amiga y antigua amante, Charley (Julianne Moore),una auténtica belleza de 48años quien también lucha por encontrar sentido a su vida, nada parece motivarle lo suficiente para seguir levantándose por las mañanas y enfrentarse a un nuevo día.
Ni siquiera él mismo se cree el discurso que transmite a sus alumnos hablándoles de Aldous Huxley, como aquel " San Manuel Bueno y Mártir "de Unamuno, que intentaba transmitir una fé que no tenía, George intenta que sus alumnos pierdan el miedo, abogando hipócritamente por vivir un presente que no soporta, al no ser capaz de superar la pérdida de la persona que amó durante 16 años.
Ni la presencia fugaz de otra belleza, esta vez masculina, materializada en el personaje español de Jon Kortajarena, un auténtico dios griego que lleva escrita la palabra tentación en la mirada, consigue despertarle las ganas de vivir y remontar una existencia que percibe pertenece ya a otro tiempo.
A modo quizá de último eslabón, aparece un joven estudiante, Kenny (Nicholas Hoult),quien quizá en busca de su propia identidad ,se acerca a George, intuyendo en él la necesidad de amistad y afinidad.
Tal vez,Kenny se trate de la última oportunidad de George para encontrar un motivo que le aferre a vivir, para no acabar él mismo con una rutina sumida en la desesperanza, la soledad la insuperable prueba del dolor mayor, aunque nadie sepa si su capacidad de resistencia ha llegado al límite, si no ha traspasado el umbral del sufrimiento o si en definitiva, no será demasiado tarde ya.
Me commueve profundamente que Colin Firth sea capaz de transmitir ese dolor y esa angustia únicamente con miradas, con gestos contenidos, con honda aflicción. Solo por la escena en la que le anuncian la muerte de Jim,y le informan que el funeral será sólo para la familia, merece la pena "un hombre soltero" más allá de la estética o los posibles paneles publicitarios que se podrían extraer de algunas planos.
Por otro lado, se advierte esa velada reflexión en torno a la hipocresía de la familia media americana, de sonrisa perfecta y conflictos para adentro, tal cual se apuntaba ya en "Revolutionary Road", lo pluscuamperfecto no existe, y esa imagen de familia feliz de impoluta máscara sonriente que esconde insatisfacción y frustración, aquí más bien se adivina que cae por su propio peso como también se veía en "American Beauty". Es muy gráfica la escena en la que George atraviesa la calle en coche y todo el desfile de vecinos intachablemente felices.
Salvando las distancias, me he acordado de "Brokeback mountain", de la impotencia ante la pérdida de esos amores prohibidos a los que se les priva incluso de manifestar en público su dolor. No olvidemos que "Un hombre soltero" está ambientada en 1962,tampoco ha pasado tanto tiempo.
Poco más. Rescato una cita sencilla que me ha recordado la oscuridad en la que vive George:
"Si estamos en un cuarto oscuro y decimos que no hay luz, es porque alguna vez hemos visto la luz. Algo parecido ocurre con la felicidad." (Swami Tilak, sanyarin o filósofo hindu.)